domingo, 9 de diciembre de 2012



Seguramente no habia nieve cuando nació el niño cuyo anirversario estamos a punto de celebrar. Posiblemente no fuera invierno, posiblemente no habia montañas donde Él nació. Posiblemente...
Todo es posible lo mismo que lo ha sido siempre.
Yo sin posibilidad ninguna de que no se cumpla, deseo para todos las mejores Navidades, llenas de alegría y felicidad.
Un amigo mío que ya no está, decia siemrpe: "HACECME EL FAVOR DE SER FELICES".
Deseo que podais complacerme.
Abrazos, calidos para todos.
                                           Elisa



Quiero desear a todos unos días, estos que siempre queremos que sean felices, llenos de lo más bonito que podemos desear: paz y armonía, que seamos capaces desde nuestros corazones de conectar con todos los que lo pasan peor que nosotros y tengamos un recuerdo para ellos.
Que nos inunden los rostros del pasado, aquellos que nos hicieron felices, los juguetes que  nos hicieron ilusión, los ratos vividos en el amor de los nuestros, que esté presente en estos días todo lo bueno de nuestras vidas, olvidemos lo malo y consigamos ser felices; en la medida que más personas seamos felices más feliz será el mundo.
Queridos amigos un fuerte abrazo.
Elisa 

lunes, 1 de octubre de 2012


 

La Plaza del Real

No somos conscientes del patrimonio arquitectónico urbanístico  y cultural que hemos tenido en nuestras manos, transmitidos por generaciones anteriores.

Al no saber lo que teníamos lo hemos considerado viejo y lo hemos destruido.

No podemos enseñar a las generaciones que nos siguen ni el pueblo medieval ni el del siglo XV ni el del siglo XX.

Podemos visitar pueblos medievales que se conservan como fueron, bien restaurados sus trazados de calles y plazas con sus casonas y palacetes, incluso podemos visitar algunos por dentro.

El nuestro no, el nuestro ha desaparecido. Se convirtió en “Ciudad”.

Podíamos enseñar a los jóvenes del mundo como se desarrollaba la vida en los pueblos medievales hasta el desarrollo industrial.

No podemos, no, habiendo tenido el trazado de un pueblo lleno de plazas, de espacios para el encuentro… ahora vamos a visitar otros pueblos que  bien restaurados conservan la esencia de lo que fueron y enseñan la única plaza que poseen como lo fue en sus orígenes.

La Plaza del Real llora lagrimas de desconsuelo.

Todos los que no estén de acuerdo conmigo pueden discrepar y manifestarlo, a todos les digo que siempre estaré al lado de los que luchen por que nadie les quite su derecho a hacerlo.

Abrazos amigos.

                          Elisa Martín Gómez

                                     Arévalo 1-10-2012

 

 

 


 

 

Las fotografías son tomadas de otros reportajes

ya publicados por otras personas.

Si alguien considera que no debo tenerlas

o no debo usarlas, estaré encantada

de que me lo digan.

Gracias

viernes, 28 de septiembre de 2012

Estamos en otoño, tiempo en el que apetecen platos calientes guisos y comidas que hace tiempo no degustamos por los calores del verano que más bien nos hacen comer ligerito.
A mi me apetece mucho un guiso por eso hoy he cocinado estos dos platos que os voy a dejar explicados por si quereis incluirlos en vuestra dieta.

Para una comida: primer plato

PATATAS EN SALSA VERDE

      Ingredientes para 6 personas

1 kilo y medio de patatas
2 cucharadas de cebolla picada
2 dientes de ajo
5 cucharadas de aceite
2 ramas grades de perejil
Sal y pimienta.

MODO DE HACERLO

Se mondan las patatas y se cortan en rodajas de medio centímetro de gruesas.
Se calienta aceite en una cacerola y se fríen los ajos; cuando estén dorados se sacan a un plato, se echa la cebolla picada y cuando empieze a dorarse se echan las patatas y se rehogan; cuando estén rehogaditas se cubren ligeramente de agua hirviendo, se agrega sal y pimienta y se  machacan los ajos en el mortero y se echan sobre la spatatas,  junto con el perejil muy picadito, se dejan hervir lentamente hasta que estén cocidas, procurando que no se deshagan. Si las patatas son nuevas conviene añadirle una cucharadita de harina de trigo al rehogarlas.


Segundo plato

TERNERA GUISADA

Ingredientes:

1 kg. de ternera (de la parte llamada Tapa)
Un buen chorro de aceite de oliva
1/4 kilo de cebolla
y vaso de vino blaco (cuanto más bueno sea mejor)
Una cucharada de perejil picado
2 dientes de ajo
3 puerros
la yema de un huevo cocido.
Sal y pimienta en grano.

MODO DE HACERLO

En una cacerola se pone el aceite, la cebolla y el peril, los puerros y el ajo, todo picadito, se sazona con sal y pimienta y se coloc la carne encima de las verduras que tenos en la cazuela, a fuego lento para que no se quemen, se rehogando todo. Cuando la carne esté bien dorada se echa el vino, se cubre de agua hirviendo y se tapa, dejándola cocer muy suavente durante dos horas.
Se pincha con una aguja de hacer punto y si penetra sin resistencia es que está cocida; entonces se saca a un plato para que se enfríe y se prepara la salsa.
Se trituran bien todas las verduras de haber cocido la carne, para engordar la salsa, se añade la yema de huevo duro machacado en el mortero y sesleída con un poco de caldo, se rectifica de sal y pimienta y se deja hervir un poquito.
Se trincha la ternera, se coloca en una fuente caliente, se vierte la salsa hirviendo, y se sirve adornandolo con unos triángulos de pon frito.

Quzá me digais que es lento y se tarda, pero os aseguro que el resultado es buenisimo, las cosas lentas sin prisa, dan sosiego, y la comida así hecha sienta muy bien.
 Podeis aacompañar con un vino tinto, para los dos platos va muy bien.

De postre cualquiera de las ricas frutas de otoño: higos, uvas , melón...


jueves, 13 de septiembre de 2012

La llegada del otoño

Faltan dos días para la mitad de Septiembre, mes de higos e uvas, de colores tostados y mañanas frescas. Es el mes en el que nací por eso digo yo que será el que me gusten tanto los frutod de otoño, va quedando muy poquito para que nos visite esta estación que a mi tanto me gusta.
Es delicioso pasear sin el calor agobiente del invierno, se agradece que el sol caliente unpoquito porque su abrazo es suave. Los trabajos se realizan sin la fatiga del verano, el otoño es calmos y calmado por eso da tranquilidad, no hay en él la urgencia de la primavera, es como la madured en las personas, ya no hay prisa todo está hecho, es como si digeramos: ahora a disfrutar. Eso pienso amigos disfrutar, estar tranquila, pasear, leer y si la gracia me llega escribir alguna que otra cosita, nada que merezca un premio pero algo que me alegre, que me haga sentir bien.


 
Este es un guindo ornamental, todos los otoños inunda mis jardineras de colorido.
 
Felia otoño a todos amigos.
 
Elisa

sábado, 16 de junio de 2012

Junio y sus rosas

Junio avanza con pasos de gigante, ya nos trae aires de verano.
Las rosas están esplendidas, por mi ventana abierta entran los aromas que desprenden generosamente dando alegría al alma al inundar los sentidos.
Junio es el mes en que me casé, y dos meses de Junio seguidos a ese, los rosales además de rosas me trajeron dos hijos.
Mis rosas más preciadas, que han alegrado mi vida con sus retoños.
Bien venido sea el verano.


                                                      Elisa

miércoles, 23 de mayo de 2012

Podéis visitar mi espacio, Friskiyo: http://elichenca.wordpress.com/  También pongo cosas que me gustan algunas son mías, otras las copio porque me parecen interesantes, también poesías preciosas de otras personas.
Si es de vuestro agrado me alegraré.
Elisa

viernes, 4 de mayo de 2012




Una mañana de Mayo


Me siento privilegiada por vivir en un lugar donde el panadero llega todas las mañanas a mi puerta trayéndome pan recién hecho; esta mañana, diáfana mañana de Mayo, en que el tímido sol hacia esfuerzos por asomarse entre una nube y otra, a ver qué estaba pasando en la tierra, el “sonido del panadero” me pilló desprevenida y con rapidez me puse una bata y salí a su encuentro.
 —Buenos días,  —Buenos días.
 —Vaya con Mayo no quiere calentar y que  se aleje este largo invierno que nos acompaña,  —dije yo.
 —Aún queda mucho Mayo  —dijo él.
 —Sí pero como no espabile se marcha sin pena ni gloria, sabes que no hacen más que empezar y los meses vuelan  —dije yo.  
 —Estoy un poco cansada ya de tanto invierno, y mira que me gusta el frio, pero aquí pasamos al verano sin disfrutar de los días templados de la primavera.
 —Eso lo trae el cambio climático  —dijo él  —parece mentira que se derritan los polos y que haga frio, pero es la consecuencia de que el calor de la tierra aumenta.  —Es una contradicción  —dije yo.
Entonces hablamos durante unos minutos, cortos minutos para lo que el tema nos hubiera dado de sí, sobre la responsabilidad que tenemos los humanos en eso del cambio climático, los ríos infectados de desechos que llegan al mar y lo contaminan, las industrias sin control, las nucleares…y lo que se nos escapa de las manos porque es actividad solar. Pero claro en qué medida nosotros estamos favoreciendo esa actividad solar, ¿Puede la contaminación de la tierra, producida por los humanos, afectar al sol?
Él me decía que si, yo parece que no lo tengo tan claro, pero en vista de que la conversación no podía alargarse más le dije:  
—estoy de acuerdo contigo en lo que dices.
Habrá más días pero no se darán las mismas circunstancias y seguro que no volvemos a entablar esta conversación, me ha servido para pensar que nunca estamos solos, siempre se encuentra con quien hablar, ¿que es importante? Mirar a los que tenemos al lado, seguro que somos semejantes y tenemos los mismos intereses.
Elisa
                                                                  04/05/2012

jueves, 3 de mayo de 2012

http://elichenca.wordpress.com

Esta es la dirección de un espacio que tengo desde hace mucho tiempo, en el que también pongo cosas mías y de otras personas que me parecen interesantes.
Elisa

http://elichenca.wordpress.com

Ítaca

Cuando el viaje emprendas hacia Ítaca,
vota porque sea larga la jornada,
colmada de aventuras y experiencias.
No deben asustarte, Lestrigones
ni Cíclopes ni airado Poseidón,
que nunca te saldrán en el camino,
si piensas alto, si unas emociones
escogidas te afectan alma y cuerpo.
No los encontrarás, ni a Lestrigones
ni a Cíclopes ni al fiero Poseidón,
si tu alma no los hace erguirse enfrente.

Vota porque sea larga la jornada.
Que abunden, las mañanas de verano
cuando (¡con qué delicia, qué alegría!)
entrarás en un puerto nunca visto;
detente donde venden los fenicios
y cómprales las bellas mercancías,
nácares y corales, ámbar y ébano,
toda clase de esencias voluptuosas,
perfumes voluptuosos, sobre todo;
llega hasta Egipto, a ver ciudades, muchas,
y aprende, aprende de los sabios, siempre.

Ten a Ítaca ante la mente.
Llegar allí es tu vocación. No debes,
sin embargo, forzar la travesía.
Mejor que se prolongue muchos años;
que arribes a tu isla siendo viejo,
rico con lo ganado en el camino,
sin esperar a enriquecerte en Ítaca.

Ítaca te dio ya la travesía.
Sin ella, no hubieras emprendido
la jornada; y no puede darte más.

Y si la encuentras pobre, no hay engaño.
Te hiciste sabio y experimentado:
Ya entiendes el sentido de las Ítacas.

C.V. CAVAFIS (1911) (VERSIÓN ESPAÑOLA DE JUAN FERRATÉ)

Del libro de Mario Vargas Llosa: ODISEO Y PENELOPE


                                                                                              Elisa



Para vosotros, mis queridos Jacobo, Alicia y Álvaro.

Esta es la historia de una nube que vagaba por el cielo, solitaria, sin nadie con quien hablar.
Era transparente, tan delgadita que nadie se fijaba en ella. El sol la traspasaba como a una gasa de seda, a ella le gustaba.
Sus días transcurrían, allá en lo alto, mirando a la tierra; la nube  creía que estaba muy quieta, que no se movía y que eran las cosas las que se movían y pasaban por debajo. Desfilaban ciudades, pueblos y villas con sus iglesias,  palacios, castillos y casitas de distintas formas y colores.
Algunos pueblos tenían muchas torres…, altas, fuertes y orgullosas, algunas casi le rozaban la cara; bueno, era un poco exagerada esta nube. Las torres no son tan altas como para llegar a las nubes, nosotros lo sabemos bien.
Una en especial le asustaba mucho pero no dejaba de mirarla cuando pasaba a su lado, era toda de hierro calado, no tenía cuerpo, y la nube pensaba que era un esqueleto.
Esa torre tan alta parecía desafiar a la nube, como si quisiera pincharla con su afilada aguja cuando ésta pasaba bajito.
Al lado de esa torre discurre un río muy grande y caudaloso, por el que los barcos van de un sitio a otro llevando pasajeros,  en su mayoría turistas, que contemplan las maravillas de la ciudad.
Pasaba por ciudades llenas de niños jugando en los patios de los colegios a la hora del recreo.
Pero la nube veía que todo estaba un poco descolorido o sucio. Era muy observadora y no le gustaba para nada el humo que salía de unos grandes tubos y se elevaba hacia ella y que, cada vez más a menudo,  encontraba a su paso.
Nosotros sabemos que era ella la que se movía y no eran las cosas, ni los parques, ni las casas, ni las iglesias con sus torres, nada; pero también sabemos que todo ello en conjunto gira con la tierra.
Era ella la que daba vueltas y vueltas alrededor del mundo, la que tenía el privilegio de ver tantas cosas maravillosas que hay en este planeta.
Las montañas le atraían mucho, ¡que alturas!, que diferencia con los valles, planos, por los que discurrían arroyos, en los que bebían los animales que plácidamente pastaban: vacas, caballos, ovejas.
Esta nube no era de las que se conforman, así sin más, viviendo una vida tranquila, sin compromisos, sin luchas. Sí, era feliz pero se preguntaba muy a menudo, cuál sería la misión que ella tendría que realizar durante su existencia, ¿qué sería lo que tenía que hacer? Desde luego para algo habría nacido; ya llevaba tiempo dando vueltas al mundo, y sabía cosas de la tierra y de sus habitantes, por eso sabía que algo tendría que hacer, porque todos los seres vivos tienen su propia misión, tienen su quehacer.
En estas meditaciones estaba un día, cuando se levantó un ligero vientecillo, que la hizo temblar un poco, así como un escalofrío. El viento se hizo más fuerte y al ser empujada notó su propio movimiento, y esto pareció gustarle. Su caminar era más rápido, el fuerte viento soplaba y soplaba, y la nube cada vez estaba más contenta, notaba como un vaporcillo la envolvía, era una sensación muy suave, placentera.
El sol calentaba con fuerza y ella veía como se desprendía un  “humillo” del agua de un lago que estaba justo debajo. Sin darse cuenta lo Absorbía todo, el viento siguió empujando a la nube, y pasaron por un río, éste también soltaba vapor de agua por el calor que hacía, y la nube también lo absorbía.
En el cielo, nuestra amiga ya no estaba sola, había a su alrededor muchas más nubes empujadas por el viento como ella.
La nube reía, estaba muy contenta, por fin algo pasaba en su vida. Llegó a un pantano, siempre empujada por el viento, y absorbió una gran cantidad de vapor, se estaba poniendo muy pesada y el viento trabajaba mucho para moverla,  pero ella era feliz.
Llegaron al mar y la nube pudo absorber mucho más vapor. Con tanta agua allí acumulada no tuvo ningún problema, aspiró y aspiró todo  lo que quiso. Se había dado cuenta de que eso la alimentaba, que crecía y crecía, se hacía grande, muy grande, el viento ya no podía con ella. Llegaron más vientos que la zarandeaban de un lado a otro, ella reía.  Cuanto más vapor de agua aspiraba más oronda se ponía. Ya cubría al sol, y los vientos huracanados, soplaban con mucha fuerza. Los que empujaban a nuestra nube, sin saber cómo, la llevaron sobre una ciudad muy grande, muy bonita, pero gris, sin colores, los niños no tenían  sitios agradables donde jugar, pasaban mucho tiempo en casa, apenas salían a la calle polvorienta, la ciudad se veía triste, sin vida.
Los vientos ya eran tan fuertes que la presión ejercida sobre la nube hacía que ésta empezara a soltar gotas de lluvia.
Sentía la fuerza que los vientos hacían sobre ella y les gritaba: ¡más, más fuerte, esto es muy bueno, no dejéis de apretarme!, el agua se desprendía de ella de forma mansa, tranquila, muy serena.  Reía feliz, estaba trabajando, estaba haciendo algo, ella veía como el agua caía sobre la ciudad, todo se regaba. Les dijo a los vientos: ¡empujadme un poco más por favor!, ellos la empujaron y la llevaron fuera de la ciudad donde había huertas con tomates, zanahorias, lechugas, y árboles frutales. Todos se pusieron muy contentos con la lluvia que venía de la nube.
Ella no se daba cuenta en un principio pero, según caía el agua, se hacía más pequeña. Poco a poco se quedaba como antes, antes de crecer y crecer y ponerse oronda Se notaba ligera, sin oponer resistencia a los vientos que ya no trabajaban para moverla; ella no se preocupaba, sonreía, estaba feliz.
Poco  a poco comprendió su misión, para lo que había nacido, lo comprendía todo.
Mientras se deshacía, las ciudades, los campos, las huertas y  los niños, en definitiva todos los habitantes de la tierra se beneficiaban de su ser, ahora estaba desapareciendo, pero no la importaba.
El Sol ahora sí brillaba, los coches los campos, las casas, las torres, todas las frutas y verduras, ya no estaban grises, ahora los colores eran vivos ya no había polvo, todo relucía. Los niños salían a la calle con sus botas de goma y sus paraguas, felices por poder saltar sobre los charcos como hacían sus papás cuando eran pequeños.
Salió el arco iris y sus colores hicieron llorar de alegría a los niños.
 De la nube no quedaba apenas nada, pero no la importaba, al final sabía bien cuál era su misión, y la había cumplido.
El sol brillaba con más fuerza y la nube no era más que  un ligero rasgo en el cielo. Mientras desaparecía del todo, sentía la felicidad de haber servido al fin para algo útil, había cumplido aquello para lo que fue creada.
Todos en la tierra gritaban: ¡Ha salido el sol!, ninguno vio desaparecer a la nube, se fue en silencio, dejando despejado el cielo.
Fijaos y veréis infinidad de nubecitas sin importancia, pero que están ahí para hacernos la vida más agradable, tienen mucho mérito,  fijaos y las veréis.
Me lo contaréis algún día.
                                                Abuela Elisa.

3-05-2012
Mayo es un mes más entre todos los meses del año, pero es el que nos trae los nuevos brotes de vida que se despiertan tras el largo invierno, es el mes de las flores, todo lo inundan con su perfume. Este amanecer, sereno amanecer, en mi pueblo olía a canela unas plantas que hay a lo largo de la carretera que va a Ávila, no son más que arbustos, pero las lluvias caídas los últimos días les han llenado de flores y estas nos llenan de buenos olores.
Este amanecer las nubes llegaban alborotadas por el suroeste de la península, (tengo una situación privilegiada para saber esto, mis ventanas miran a la salida del sol, unas y a la puesta del sol otras), ya os lo dije; Las nubes aparecían empujándose unas a otras como si cada una de ellas quisiera ser la primera en llegar... ¿a donde? no lo se muy bien, era como si tuvieran prisa por descargar el agua que traían en sus panzas, ninguna lo ha hecho hasta bien pasado el medio día. Ha caído sereno, con una calma que daba envidia, y después de haberse vaciado han dejado salir el sol, seguro que mis lilas lo van a agradecer.
                                     Elisa

miércoles, 2 de mayo de 2012

Siempre tengo una ventana cerca de mi, puedo ver los amaneceres por una y los atardeceres por otra. Si digo que los amaneceres son dorados, azules, brillantes limpios... seguramente me diréis que así son todos los amaneceres vuestros, si os digo que los atardeceres que veo desde mi ventana son rojos fulgentes llameantes, claros y oscuros... estoy segura de que me diréis que así son todos vuestros atardeceres. 
Espero poder iros convenciendo de que no, que todos  no son iguales, podréis comprobar que la tierra y la gente que la habita son según sean sus amaneceres y sus atardeceres; lo mismo que influye el clima templado o frío. Es así queridos, lo iremos viendo.
Por el momento me alegro de estar por aquí y me alegraré mucho más si esto que yo cuento puede interesar a alguien.
Saludos para los que paséis por mi Blog.